Cuando se tiene alma de emprendedor y/o empresario y piensas en hacer las cosas por tu cuenta para beneficio tuyo y el de otros, no está en consideración volver a tener un empleo común y corriente por múltiples factores o porque ya no es de tu entera atracción, pero luego te preguntas, ¿Cómo lo hago?, y desde ese momento empiezan a rondar ideas en tu cabeza de: “si no tengo los suficientes fondos para empezar”, “no puedo dejar mi trabajo fijo por emprender” “¿si fracaso en el intento, que hago después? Estas y otras ideas más que pueden pasar por tu cabeza en un momento de incertidumbre son la constante, no solo en el momento de empezar un negocio/emprendimiento si no también en el camino, que como todo en la vida, nada está escrito.
Como siempre desde Financial Lab, estamos dispuestos a ayudarte en lo que necesitas, temas que pueden ser de interés, por esta razón, hoy hablaremos de distintas fuentes de financiación para que antes de emprender o iniciar un negocio tengas los conocimientos y no falles en el intento.
Para empezar, las fuentes de financiación son la vía para obtener recursos y así poder desarrollar una actividad. Se utilizan dependiendo las distintas necesidades financieras a la que está sujeta una persona o la constitución de una empresa. Estas fuentes actúan como medio que ofrece el capital para satisfacer dichas necesidades y así poder desarrollar como tal la actividad. Ahora bien, a raíz de este concepto general de las fuentes de financiación, y de su amplio campo de exploración, te compartimos los diferentes tipos que se pueden clasificar dependiendo su finalidad.
En función de su origen
Existen dos tipos, pueden ser internas o externas. Si estas empezando y no tienes nada de capital para desarrollar tu negocio, es ideal tener en cuenta la fuente de financiación externa, es decir, el capital que necesitas es generado fuera del negocio y en este tipo existen un sin número de opciones que ya depende de cómo te sientas mucho más cómodo y que funcione, por eso, entre estas fuentes se encuentran:
- Entidades financieras, es una de las más tradicionales y suele ser un recurso habitual para medianas y pequeñas empresas. Sin embargo, en un mundo tan innovador, esta fuente no es adecuada para las start up, pues estas instituciones no ofrecen productos especializados que responda a las necesidades propias de estas. Dentro de esta categoría se encuentran BBVA, Bancolombia, Bancóldex, Coomeva y Colpatria, los cuales aportan créditos para inversión y capital de trabajo para financiar tus respectivas necesidades.
- Convocatorias y programas públicos buscan impulsar, apoyar y hacer visibles proyectos innovadores que además de generar interés, así mismo recaude fondos económicos para el desarrollo y fortalecimiento, este tipo de programas los ofrecen instituciones públicas, como el Ministerio de Cultura, Innpulsa, Colciencias, SENA y la Alcaldía Mayor de Bogotá, si deseas participar en alguna de estas convocatorias y programas, puedes buscar cual puede ser el que te brinde mas apoyo, dependiendo de los requisitos que cumplas para la aplicación.
Dentro de las formas de financiación alternativas podemos encontrar:
- “Ángeles inversionistas” se denominan de esa forma las empresas o personas que tienen experiencia invirtiendo en negocios, son personas que constantemente están buscando invertir su dinero en negocios o empresas con un alto potencial donde puedan aportan todo su conocimiento por medio de las inversiones. Si realmente consideras que tu negocio/empresa tiene mucho potencial, esta es una excelente fuente para potenciarlo.
- Crowdfunding, es una fuente de financiación que ha tomado demasiada relevancia en el mundo de la financiacion colectiva, se enfoca desde proyectos agrupados, solidarios hasta empresariales, buscando la maximización en el crecimiento dentro de los próximos años. El éxito de este tipo de fuentes es las captaciones de inversionistas, donde a través de las plataformas que se usa como un recurso secundario, se realiza el trabajo principal de la movilización de personal que puede estar interesado en invertir. No es de las más comunes en Colombia pero puede ser una opción muy interesante, que bien desempeñada puede generar atracción hacia tu empresa de manera exponencial.
- Socios o inversionistas, aunque se podría considerar como una de las alternativas mas sencillas de encontrar, tiene su grado de complejidad de atracción y retención de capital, ya que son personas o empresas que destinan un monto de capital para financiar nuestras ideas o empresas consolidadas, dependiendo el acuerdo que se pacte con ellos puedes ofrecerle un rendimiento alto o generar grandes pérdidas.
Desde nuestra perspectiva como empresa, te podemos recomendar dos opciones baratas de financiación:
- Proveedores, es uno de los métodos más comunes en las empresas, la financiacion por parte de proveedores se define de la siguiente forma: obtener la materia prima de producción, en el caso de empresas que tienen líneas de fabricación de productos, realizando un convenio en el que la empresa se compromete a pagar deudas dentro de un plazo de 30, 60 o 90 días. Las pequeñas y medianas empresas son las que mayor se financian bajo esta modalidad, ya que si se establece una buena relación con el proveedor, se pueden tener varias ventajas como la financiacion sin consumo de servicios financieros como líneas de crédito.
- Clientes, los anticipos son los mejores aliados cuando no tienes el suficiente capital para realizar tu operación y aumentar la liquidez de tu negocio, permiten que el cliente por medio de adelantos pueda pagar ya sea en la totalidad del pago o un porcentaje de este el bien o servicio que ellos deseen, este método se maneja dependiendo la operación de tu empresa y como se establezca desde un inicio.
Eso en cuanto a financiación externa, tomamos en cuenta las fuentes más relevantes ya que es un campo mucho más amplio.
Por otro lado, se encuentra la financiación interna donde el capital se genera internamente en la empresa, puede ser por retención de utilidades o venta de algún activo, esta puede ser una opción por contemplar inicialmente, antes de buscar fuentes externas, sin embargo, hay que evaluar y aprovechar de forma óptima lo que se tiene y así poder ahorrar los costes asociados con la financiación externa.
En función del tiempo
Si ya sabemos qué tipo de financiación está acorde con las necesidades, debemos estimar un tiempo determinado en el que se necesita el dinero, ya sea a corto, mediano o largo plazo.
- Si se refiere a corto plazo, es financiación menor a un año, este plazo cumple las necesidades inmediatas de la actividad, es decir, compra de materia prima, pago a proveedores, entre otros más; los anticipos de clientes, Factoring, y créditos comerciales son algunos de los tipos de financiación a corto plazo.
- Si se contempla una inversión a mediano plazo, es por un periodo de 3 a 5 años, ya sea en inversiones de publicidad, que son ingresos diferidos que deben amortizarse dentro de ese periodo. Las entidades financieras son la opción más segura para este tipo de financiamiento, porque no se dispone del capital a largo plazo y ofrecen créditos dentro del lapso que se acomoda a la necesidad del negocio.
- Por último, en función de largo plazo se entiende como la necesidad de capital por un periodo de 5 a 10 años o quizás más. Se destinan principalmente para maquinaria, edificios, adquisición de terrenos y demás, donde las empresas utilizan recurrentemente financiación a largo plazo a instituciones financieras o bancos comerciales principalmente.
Para nosotros, estos dos aspectos dentro de la variedad de aristas del financiamiento pueden minimizar la indecisión a la hora de buscar financiación, como siempre desde Financial Lab te damos alternativas simples y tu escoges cuál es la adecuada para tu negocio o empresa. En todo caso, recuerda que si requieres acompañamiento en las finanzas de tu negocio o tus finanzas personales, puedes contactarnos pues como siempre ¡cuentas con nosotros!